L a identidad riohondeña es deficiente, sin embargo, hay nombres y apellidos para los que no bastará un libro para mencionarlos y referirnos a sus grandes aportes a nuestro acervo identitario. Es el caso del profesor “Toti” Cano, un fiel reflejo de gente que hizo su invalorable aporte pero que casi no es conocido por las nuevas generaciones, ni siquiera por aquellas que forman parte de los nuevos cuerpos de bailarines que siembra esta tierra. Oscar Rodolfo Cano nació un 30 de noviembre de 1.940 en El Charco, departamento Jiménez, hijo de José Cano y Regina Eulalia Ledesma, de La Banda. Fue padre de 12 descendientes. De su primer matrimonio con la termeña Eve Sosa, nacieron, Rudy, José, Beto y Mario. Tuvo su segundo matrimonio con la vinaraqueña Rosalba Jiménez, con quien tuvo siete hijos, Marisa, Rosa, Rody, Karina, Gaby, Sofía y Pirulo. A ellos se les agrega otro hijo, no reconocido, José Medina. A lo largo de su vida tuvo varias ocupaciones, trabajó en la construcció...
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