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Estadísticas oficiales del año 2.017 |
La provincia de Santiago
del Estero nuevamente se vio conmocionada por otro femicidio, el cual tuvo como
víctima a una mujer de 26 años residente del barrio Campo Contreras Viejo.
Este nuevo hecho
que se produjo en nuestra provincia, nos tiene que llamar a la reflexión y analizar
en qué se está fallando, como se pude solucionar, como se puede revertir este
contexto social y cultural del machismo que está muy arraigado en esta provincia
carente de muchas cosas.
De acuerdo a
datos registrados desde la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia
de la nación, durante 2017, en Santiago del Estero se registró un porcentaje de
2,10 víctimas cada 100 mil habitantes, siendo considerada, junto a Salta y
Jujuy, las provincias con mayores índices de femicidios. En números, hasta el
caso reciente, desde el año 2002, tras el caso del doble crimen de La Dársena,
en la provincia se contabilizaron, con el hecho reciente, 182 casos, sin
contabilizar los hechos vinculados.
Quizás esos datos
pueden resultarles poco en cuanto a números, pero significa una catástrofe cuando
es observado desde el lado humanitario. Una mujer que muere significa, padres
sin una hija, hermanos sin una hermana, hijos sin su madre, un dolor que no
tiene fin y una herida que no cura en los corazones de quienes la aprecien.
Hace pocos meses
la asociación Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala) Santiago del
Estero, dio a conocer un registro, comprendido en hechos ocurridos desde el 1
de enero al 31 de diciembre de 2017.
Entre algunos de
los datos, indicaron que, el 69% de los femicidios fueron cometidos por hombres
del círculo íntimo de la víctima, 15% conocidos, 8% extraños, 8% sin datos.
El 73% de los
femicidios se cometieron en la vivienda de la víctima, el 53% de las mujeres
asesinadas convivía con el agresor, lo que indica que el lugar culturalmente
considerado más seguro resulta ser para la mujer el más riesgoso. De éstas, el 67%
tenían hijas/os, 53% convivía con el agresor, 7% estaban embarazadas, considerados
estas muertes vinculadas de niños/as.
La otra parte,
remarca que durante 2017 hubo 18 niños/as que quedaron huérfanos, incluso de
madre y padre, ya que un 20 % de femicidas se suicidaron.
En datos
polémicos, el 17 % de las víctimas realizaron denuncias previas, el 9% tenía
medidas de protección, medidas obsoletas, ya que la mujer que es asesinada difícilmente
pueda llamar a la policía para manifestar que el asesino ha infringido la
medida restricción de acercamiento.
Los hechos son
reiterativos, denuncias, más denuncias, pero el resultado tiene el mismo final.
Ni una menos.
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