La cuestión del aborto si o aborto no, es tomada como, mi postura es esta y por este motivo, pero siempre visto desde un lugar quizás muy cerrado y alejado de una realidad que es dura y bastante cruel, la falta de educación.Mientras que las que están a favor de la legalización sentencian su postura con frases como “soy dueña de mi cuerpo”, “un embrión no es un humano” o cifras imcomprobables sobre muertes por abortos clandestinos, desde la otra vereda las denominadas pro vida se expresan con argumentos como “si no quieres quedarte embarazada cuídate”, “abortar es asesinar”, o cientos de frases como “derecho a la vida”, o cuestiones relacionadas a la religión; entonces, hablar sobre la realidad es tan difícil y más aún cuando se emplea el fanatismo.
Se apruebe o no, el aborto seguirá existiendo, las que tienen recursos lo harán en las clínicas, o recurrirán a un profesional médico. Las pobres, seguirán cayendo en manos de “las sachas”. Esta realidad ¿Alguien la puede negar? ¿Alguien puede fundamentar una realidad en la cual estamos inmersos? No, pero tampoco es el camino.
No estoy a favor de pagarle el aborto a nadie, esta claro, pero tampoco estoy a favor de penalizar un aborto espontáneo.
Mientras siempre estamos discutiendo temas tan polémicos, nunca nos planteamos que, lo que verdaderamente hay que discutir es el cambio cultural de la sociedad argentina. Lo que tendríamos que haber hecho hace tiempo es poner un fin a cuestiones tan banales por medio de la educación y los cambios del paradigma social tan estilizado en solo discutir para dejar de lado el trabajo de razonar, pensar y aprender a evaluar lo que se debe corregir mediante un trabajo que nos nuclee a todos.
No estoy a favor del aborto legal, libre y gratuito de las fanáticas feministas, pero tampoco respaldo los criterios de los fanáticos religiosos.
Aquí el tema es “la información”. Tanto de un lado como de otro carecen de información, discuten el tema sin conocerlo con exactitud, emplean argumentos sin fundamentos, carecen de formación, tal cual a la de los padres que “por vergüenza” no hablan de educación sexual a sus hijos/as, y que se horrorizan cuando se lo hace en las escuelas.
No seas de aquellos/as que alardean que “mi hija es santa” o “mi hijo es macho”, y sin embargo no abren los ojos ante una realidad que se destapa menos que los cuerpos de adolescentes, jóvenes y adultos para tener sexo.
¿Saben porque discutimos sobre el aborto si o aborto no? Por falta de educación, de formación. Vivimos en un país donde te entregan desde el condón hasta el DIU gratis, y hablamos de abortar, poniendo la excusa de las violaciones (que existen) pero que no son un sustento único para enfrentar una polémica.
Las mujeres y los hombres tienen más vergüenza de concurrir a un centro de salud a pedir anticonceptivos, o recurrir a los controles médicos, que desnudarse, mostrarse desnudos en las redes sociales, o entregarse a la diversión del rato.
Antes de discutir tanto, hablemos, pensemos, eduquémonos, aprendamos a perder la vergüenza y asumir los roles que nos corresponden, tu hija no es santa ni puta, tu hijo no es macho ni marica, son tus hijos, y con ellos educados, no habrá embarazo no deseado.
Se apruebe o no, el aborto seguirá existiendo, las que tienen recursos lo harán en las clínicas, o recurrirán a un profesional médico. Las pobres, seguirán cayendo en manos de “las sachas”. Esta realidad ¿Alguien la puede negar? ¿Alguien puede fundamentar una realidad en la cual estamos inmersos? No, pero tampoco es el camino.
No estoy a favor de pagarle el aborto a nadie, esta claro, pero tampoco estoy a favor de penalizar un aborto espontáneo.
Mientras siempre estamos discutiendo temas tan polémicos, nunca nos planteamos que, lo que verdaderamente hay que discutir es el cambio cultural de la sociedad argentina. Lo que tendríamos que haber hecho hace tiempo es poner un fin a cuestiones tan banales por medio de la educación y los cambios del paradigma social tan estilizado en solo discutir para dejar de lado el trabajo de razonar, pensar y aprender a evaluar lo que se debe corregir mediante un trabajo que nos nuclee a todos.
No estoy a favor del aborto legal, libre y gratuito de las fanáticas feministas, pero tampoco respaldo los criterios de los fanáticos religiosos.
Aquí el tema es “la información”. Tanto de un lado como de otro carecen de información, discuten el tema sin conocerlo con exactitud, emplean argumentos sin fundamentos, carecen de formación, tal cual a la de los padres que “por vergüenza” no hablan de educación sexual a sus hijos/as, y que se horrorizan cuando se lo hace en las escuelas.
No seas de aquellos/as que alardean que “mi hija es santa” o “mi hijo es macho”, y sin embargo no abren los ojos ante una realidad que se destapa menos que los cuerpos de adolescentes, jóvenes y adultos para tener sexo.
¿Saben porque discutimos sobre el aborto si o aborto no? Por falta de educación, de formación. Vivimos en un país donde te entregan desde el condón hasta el DIU gratis, y hablamos de abortar, poniendo la excusa de las violaciones (que existen) pero que no son un sustento único para enfrentar una polémica.
Las mujeres y los hombres tienen más vergüenza de concurrir a un centro de salud a pedir anticonceptivos, o recurrir a los controles médicos, que desnudarse, mostrarse desnudos en las redes sociales, o entregarse a la diversión del rato.
Antes de discutir tanto, hablemos, pensemos, eduquémonos, aprendamos a perder la vergüenza y asumir los roles que nos corresponden, tu hija no es santa ni puta, tu hijo no es macho ni marica, son tus hijos, y con ellos educados, no habrá embarazo no deseado.
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